Con la doble intención de dignificar la profesión y proteger a los consumidores en el desarrollo de sus operaciones inmobiliarias, ha nacido en Madrid la Asociación Profesional de los Agentes Inmobiliarios de España (API España) . Su objetivo es el de velar por la ética y las buenas prácticas de los profesionales y convertirse en una red de seguridad para el consumidor inmobiliario en un mercado falto de regulación.
La situación de los profesionales inmobiliarios es un tanto dispar en todo el territorio nacional, todos sabemos que tras la liberalización de la actividad inmobiliaria por Aznar en el año 2000, solo en algunas comunidades autónomas se han aprobado regulaciones específicas para los profesionales. Esto significa que la gran mayoría de las transacciones inmobiliarias se realizan sin que se disponga de las garantías deseables para una operación como es la compraventa de un inmueble en la que pueden estar en juego centenares de miles de euros.
Por este motivo, con la intención de crear un estándar profesional elevado y dar garantías a los clientes, se crea API España. Para poder formar parte de la asociación, los profesionales inmobiliarios deberán someterse a su código ético de buena conducta y de buenas prácticas, así como a su régimen sancionador. Además, deberán cumplir con unos requisitos básicos de formación profesional y de experiencia en el sector.
Para dar cobertura a este régimen sancionador que se ha mencionado, un comité ético formado por juristas analizará los casos de mala praxis denunciados por parte de los consumidores y expulsará, si fuera necesario, a aquellos integrantes que no cumplan el código de buena conducta. Todos los agentes inmobiliarios asociados tendrán acceso a herramientas tecnológicas y formación continuada de última generación, para que no sólo puedan adaptarse a las necesidades de los clientes y garantizarles la protección que necesitan, sino estar al día de todas las innovaciones técnicas que puedan facilitarles la tarea cotidiana.
Su presidente, Vicenç Hernández, se muestra convencido de la necesidad de esta asociación en la que todos los profesionales con capacitación y experiencia puedan tener cabida, “que quede amparada bajo un código ético que garantice el mejor servicio a los usuarios finales y un sello de garantía para los profesionales del sector”.
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