l peso de la inflación, el incremento del precio del dinero y unas perspectivas poco claras están haciendo bajar la demanda de vivienda, y ante esa situación el incremento de los precios se ha moderado en el tercer trimestre del año. La estadística Tinsa IMIE Mercados Locales del tercer trimestre del año muestra una moderación de la tendencia alcista con incrementos interanuales de precios ligeramente inferiores a los periodos precedentes.
El valor medio de la vivienda nueva y usada se situó en 1.708 €/m2 en el tercer trimestre, un 8,5 % más que un año antes, tras incrementarse un 1,3 % respecto al trimestre anterior. El mercado residencial modera el crecimiento después de tres trimestres consecutivos con una revalorización media superior al 2 % en tasa trimestral.
La directora del Servicio de Estudios de Tinsa, Cristina Arias, explica que “la inflación persistente en niveles altos que erosiona el poder adquisitivo de los hogares, unida a la caída del índice de confianza del consumidor ante las perspectivas de ralentización del crecimiento económico y el incremento de los tipos de interés que encarece las hipotecas, pueden actuar como elementos desaceleradores de la demanda de vivienda en los próximos meses”.
El precio de la vivienda se ralentiza hasta el 1,3% generada por el escenario inflacionista. Esta moderación combinada de demanda y de oferta tiene efectos contrapuestos sobre los precios residenciales, que en conjunto podrían resultar en en tasas más contenidas de crecimiento que las observadas en trimestres anteriores.
“Como anticipábamos en informes precedentes, el número de nuevas hipotecas para la adquisición de vivienda comienza a reflejar un endurecimiento de los criterios de concesión de riesgo de las entidades financieras ante los efectos que la inflación y el cambio en la política monetaria del BCE puedan tener en el crecimiento económico y la capacidad de endeudamiento de los hogares”, apunta Arias. Pese a ello, añade, no se observan alertas por la existencia de cargas financieras excesivas en el sistema, ya que en el periodo postcrisis se ha caracterizado por “una demanda solvente, con niveles de endeudamiento prudentes y una mayor proporción de hipotecas a tipo de interés fijo.
Tras el menor crecimiento en el tercer trimestre, no exento de un cierto impacto estacional por la ralentización del mercado en agosto, el precio medio en España acumula una revalorización del 32,3 % desde los mínimos registrados en el tercer trimestre de 2015 y se mantiene un 20,7 % por debajo de los máximos de finales de 2007.
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