Durante la pandemia y los confinamientos las viviendas unifamiliares se convirtieron en objeto de deseo. El que tenía jardín y podía estar al aire libre y disfrutar de una barbacoa era un afortunado. Y eso tuvo su traducción en el mercado inmobiliario pues la compra de este tipo de vivienda creció; y hubo muchas personas que abandonaron el centro de las ciudades para irse a vivir a un unifamiliar en el extrarradio y los pueblos cercanos a las grandes ciudades.
Ahora, más de dos años después de aquello la sociedad de tasación Tinsa nos proporciona una serie de datos para ver la evolución que ha tenido la vivienda unifamiliar en el mercado inmobiliario. El primero se refiere al peso que representó la vivienda unifamiliar sobre el total de transacciones en el año 2022, cuando alcanzó un 24% de las compraventas. Y el segundo dato hace referencia al volumen: las compraventas de unifamiliares en el último trimestre de 2022 estuvieron un 13% por debajo del máximo histórico, alcanzado en el cuarto trimestre de 2021, un año antes.
Ese 24% no dice gran cosa de forma aislada, ya que se trata de un porcentaje que se sitúa por encima de la media del periodo 2013-2019, que fue del 22%. Es decir, el protagonismo de la unifamiliar, con una de cada cuatro compraventas en 2022, es superior al de la media registrada desde el final de la crisis financiera y hasta la pandemia. Siendo elevado, este 24% en 2022 está por debajo del 26% promedio que representó en 2021.
Aunque si hubiera que destacar el momento en que la unifamiliar atrajo mayor proporción de compradores sería el tercer trimestre del 2020. Cuando empezaron a registrarse las primeras operaciones después del confinamiento, el 28% de todas la compraventas de ese verano fueron vivienda unifamiliar. Sin duda, un efecto reacción en busca de espacio y aire libre.
En ese momento rebote se duplicó el número de unifamiliares vendidas, al pasar de 18.000 unidades en el segundo trimestre de 2020 a 37.000 en el tercero. El centro y norte peninsular registraron el mayor dinamismo. Las mayores variaciones trimestrales se situaron en el oeste de Castilla y León y Galicia: Zamora, Soria, Salamanca , Ávila y León., así como Ourense y Lugo. Estaba claro que, recordando antiguas pandemias, se buscaban entornos poco poblados.
Ese 28% marca el récord histórico, pero si miramos los números absolutos, esas 37.000 transacciones de unifamiliares en tercer trimestre de 2020 no marcan el pico postpandemia. Fue en el cuarto trimestre de 2021. Con un mercado más dinámico en operaciones que en 2020, la vivienda unifamiliar siguió atrayendo compradores. En ese cuarto trimestre de 2021 se adquirieron 47.146 viviendas unifamiliares, por encima incluso del nivel del cuarto trimestre de 2006, en el momento álgido de la burbuja inmobiliaria.
Tras la crisis financiera, las transacciones de vivienda unifamiliar se situaron en un promedio de 23.400 unidades al trimestre entre 2013 y 2019. Bajaron a 18.000 en el segundo trimestre de 2020 con el shock pandémico y alcanzaron su pico en esas 47.000 en el cuarto trimestre de 2021 para descender a un promedio de 42.000 unidades en el conjunto del año 2022.
Con respecto al segundo de los datos, cabe mencionar que en el cuarto trimestre de 2022, último dato disponible, se transaccionaron 41.000 viviendas unifamiliares, un 13% menos que el máximo histórico alcanzado en el cuarto trimestre de 2021. Pese a esta moderación, 41.000 compraventas es un nivel de actividad en línea con los años más intensos del boom inmobiliario: 2005 y 2006. La práctica totalidad de provincias ha reducido el número de transacciones de vivienda unifamiliar respecto a un año atrás, destacando una fuerte caída en las provincias de Álava y Baleares. La excepción la marcan A Coruña, Ceuta y Gipuzkoa, con crecimiento interanual en el número de compraventas de viviendas unifamiliares en el cuarto trimestre 2022.
Se puede resumir la situación concluyendo que la vivienda unifamiliar ha sido una tipología que ha aumentado su protagonismo con la pandemia. Y, aunque su empuje se ha moderado algo respecto a los primeros momentos postconfinamiento, sigue acaparando una de cada cuatro viviendas adquiridas en nuestro país, con 41.000 unidades en el cuarto trimestre de 2022, tan solo un 13% por debajo del máximo histórico.
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